[1]..Lucas de Tuy: Crónica de España, ed. por Julio Puyol
del texto romance (Madrid 1926), pp. 412-413. Traducimos el texto latino con el
que Puyol cubre una laguna de la versión romance.
[2]..El Anónimo de Madrid y Copenhague, ed. y
trad. de Ambrosio Huici (Valencia 1917), p. 116 de la trad.
[3]..Id., p.
115 de la traducción. Los castillos fueron conquistados después de este ataque
en el que Abu-l-Ula se apoderó de "gran
número de cautivos y riquezas".
[4]..Ambrosio
Huici: Colección de Crónicas árabes de la
Reconquista, II (Tetuán 1953), pp. 266 y 267, trad. del al-Bayyan
al-Mughrib de Ibn Idari.
[5]..
Francisco de Rades y Andrada: Crónica de
las tres Ordenes (Madrid 1980 = Toledo 1572). Santiago, f. 24.
[6]..Javaloyas,
cerca de El Cuervo, podía muy bien estar en poder musulmán. Villarquemado (=Villarqueada), estaba en
zona cristiana. Fortanet o Fortanete (=Fontaner) era musulmán o
cristiano de frontera con Valencia. Su parroquia perteneció a la orden del
Hospital.
[7]..Rades,
o. c., ff. 23v-24r. Rades es el único autor que da noticia de esta campaña y
del cerco de Montalbán. Pedro II dona el castillo de Montalbán a los
santiaguistas el 13 de junio de 1210, en Teruel, según documento en el que no
se alude a ninguna reconquista. La intrusión valenciana hasta Montalbán parece poco
probable, aunque Rades maneja una fuente que le proporciona datos de cierta
riqueza: los que se refieren a los tres lugares antes mencionados, más cercanos
a tierras musulmanas. En todo caso, la participación de las demás órdenes
militares en la campaña de ese año está documentada; en la donación de
Montalbán confirman los maestres del Temple y Salvatierra, y en la campaña del
Turia colaboraron hospitalarios y templarios; sobre todo éstos últimos,
propietarios -sobre el papel- de la quinta parte de esos castillos desde
tiempos de Ramón Berenguer.
[8]..Demetrio
Mansilla: La documentación pontificia
hasta Inocencio III -965/1216- (Roma 1955), p. 436. Letrán, 16-II-1210.
[9].. Huici: Colección, p. 266.
[10]..Id., pp.
265-266.
[11]..Las
crónicas cristianas de la época son unánimes en describir el carácter tenaz y
casi obsesivo de Alfonso, especialmente en relación con la derrota de Alarcos.
Por lo demás las treguas habían resultado inusitadamente largas, y las últimas
campañas, las de 1195-97, habían sido fracasos para Alfonso.
[12].. Luis
Charlo Brea, autor de la mejor edición de la Crónica, opina que es Juan, obispo
de Osma. Zurita creía que era un obispo de Burgos de tiempos de Alfonso X, pero
el autor describe muy bien la época de 1210 a 1236 y concluye la obra dos años
antes de la muerte de Mauricio. Las referencias a sucesos acontecidos en Burgos
son abundantes, extensas y detalladas en todo el texto. Además, la gran
atención dedicada a la política europea hace pensar en el inglés o anglofrancés
Mauricio.
[13]..Crónica latina de los reyes de Castilla, ed. M.
Desamparados Cabanes (Zaragoza 1985), p. 32:
"Así pues, irrumpió el Espíritu del Señor en el rey glorioso, y desde las
alturas la virtud le motivó de forma que convirtió en acto lo que por tan largo
tiempo había planeado. Declaró la guerra al rey marroquí... y al momento entró
con su hijo en tierras de ese rey, contra la zona de Murcia...".
[14]..Javier
Gorosterratzu: Don Rodrigo Jiménez de
Rada (Pamplona 1925), ap. doc. 8 (Letrán, 10-XII-1210). Inocencio III,
enterado de que el infante Fernando desea ofrecer a Dios las primicias de su
entrada en combate "para exterminar
a los enemigos del pueblo cristiano de las fronteras del reino" de su
padre, exhorta a los reyes y príncipes que no estén "ad treugas observandas adstriti" con los musulmanes a
hacer otro tanto, y concede los beneficios de cruzada a nacionales y forasteros
que batallen. El 23-II-1211 se envía una carta de similar contenido a cuatro
obispos españoles (Gorosterratzu, doc. 9, con fecha equivocada).
[15]..Publicado
por Gorosterratzu, o. c., doc. 10, con los errores o erratas normales en la
obra y con un epígrafe erróneo; en pp. 69-70 el autor da muestras de entender
perfectamente el sentido del texto.
[16]..Los
arzobispos de Compostela y Toledo remitieron al rey de León una bula de
Inocencio III de 5-IV-1211 contra la desunión de los reyes cristianos, y además
le instaron a que mientras los castellanos "guerram
faciunt sarracenis, pacem ac stabiles treugas habeatis"; todo fue en
vano. Gorosterratzu, doc. 11.
[17]..Rodericus
Ximenius de Rada: Opera (Valencia
1968 = Madrid 1793), p. 174.
[18]..La
colección diplomática de Alfonso VIII registra en 1211 una laguna entre el 29
de marzo (Peñafiel, doc. 877) y el 25 de junio (Cuenca, doc. 878, donación de
Abengamar al alcalde de corte Pedro Vidas y a Pedro Fernández, poblador de Moya
que poco después fue nombrado merino mayor de Castilla); v. Julio González: El
reino de Castilla en la época de Alfonso VIII, t. III (Madrid 1960).
[19]..Ambrosio
Huici: Estudio sobre la campaña de las
Navas de Tolosa (Valencia 1916), p. 176 (Anales Toledanos I).
[20]..Pedro II
continuaba sus ataques contra Valencia en febrero de 1211, en Jérica; González,
o. c., t. I, p. 987.
[21].. Esto
último es lo más probable, ya que la llamada a la guerra santa es el 4 de abril
y Alfonso VIII todavía estaba en Peñafiel el 29 de marzo; pero el primer ataque
pudo ser el mencionado por Rada contra Andújar, en el que no participa el rey.
Según el Cartás el embarque de tropas comenzó a mediados de marzo y duró dos
meses, pero el equivocado episodio del rey de Navarra acudiendo ante el sultán
extiende la duda sobre todos los datos originales de este período en la obra.
Para Ibn Idari, y también para el Cartás, el sultán empezó a embarcar las
tropas tras la ruptura con Alfonso VIII. Para el Anónimo de Copenhague, planeó
la expedición en Marraquech, de donde salió a principios de febrero. Los textos
concernientes a estos preparativos se pueden leer en Huici, Estudio...
[22]..En
cualquier caso, antes de la constitución del concejo de villa y tierra de
Alarcón, que abarca Tébar; v. Jean Roudil: Les fueros d'Alcaraz et d'Alarcon,
t. I (París 1968), p. 454.
[23].. Ibn Hayyan: al-Muqtabis V, ed. M.J. Viguera
y F. Corriente (Zaragoza 1981), pp. 268-269. Jesús Zanón: "Un itinerario de Córdoba a Zaragoza en el siglo X", en
Al-Qantara, VII (Madrid 1986), pp. 44-45. Un Villarejo Rubio es mencionado en
la Crónica General, en el amojonamiento de Paracuellos y Monteagudo de 1225 y
en los mojones del fuero de Alarcón.
[24]..Baltasar
Cavallón de la Carrera: Fundación de Moya
y su antigüedad (ms. de 1625 en el Archivo de la Chancillería de Granada.
Perg. 36), f. 3r: "Con averse ganado
Cuenca esta tierra quedo sin moros o tan pocos que no eran ellos bastantes a
defenderla; hizieronse treguas... passaron algunos [años] en paz... siendo esta
tierra del Miramamolin.".
[25]..Un
ejemplo de puebla apresurada se anota en los Anales Toledanos Primeros: acto
seguido de la batalla de las Navas, Alfonso VIII puebla Vilches, Baños, Tolosa
y Ferrat en el verano de 1212, y de inmediato "grandes gientes de moros" las atacan (Huici, Estudio,
pp. 177-178).
[26].. Jaime
Caruana: Indice de los pergaminos...
existentes en el Archivo de la ciudad de Teruel (Madrid 1950), doc. 4: "Datum in obsidione Catiel [sic] Habib Kalendas Julii sub era Millesima CC XL
octava. Anno domini Millesimo ducentesimo decimo.". El 26 de agosto
Castielfabib había caído en poder de Pedro II.
[27]..En un
manuscrito anónimo de linajes fechado en 1520 y dedicado a Carlos V, f. 309r: "Capº 248 del linage y casa de los de
Moya". Real Academia de la Historia, col. Salazar y Castro, 9/238. En
este y otros nobiliarios de época el apellido no es Mariño sino Marín,
corriente en la toponimia y onomástica de la zona.
[28]..Publicados
por Agustín Ubieto: Cartularios (I,II y
III) de Santo Domingo de la Calzada (Zaragoza 1978), doc. 99 (1210,
diciembre, 5): "Petrus Garsie et
Fortunius, ambo fratres, volentes ire ad populationem Mohie" venden a
Santo Domingo de la Calzada sus propiedades en Naharruri, Arteaga, Moruhai y
Aiuvart; doc. 100 (1211, agosto, 6): "In
eodem anno fuerunt populate, Beiar et Moia". Antes de poblarse Béjar
el concejo de Avila presentó un amojonamiento con ella que fue aprobado por el
rey en enero de 1209 (González, o. c., t. III, doc. 834).
[29]..Lo
argumenta Julio Puyol en el prólogo a su edición citada de la crónica de Lucas
de Tuy.